La firma...

Daban las 2:16 de la madrugada, cuando se escucho un SI, seguro y afirmativo.

- Entonces ven y acuestate con migo, ya estoy decidida y comensare desde hoy.
Mireya estaba acostada en al cama, ya se sentia borracha de tanto whisky y aun hacia falta media botella, tenia la intencion de darle buen uso.
Su desepcion y tristeza se habian convertido en rabia controlada y ciegos deseos de venganza, queria firmar su decision, por asi decirlo con un acto sexual, habia subido ya con la decision de acostarce con el desconocido que pago su cuenta en el bar, no por gratitud mas bien por despecho, y ademas cualquiera que pague la cuenta de una mujer sin saber el costo, se merece una buena rebolcada, la caballerosidad era algo que la exitaba.

Gregory se lavanto apoyandoce en la botella, despues se llebo la botella a la boca y sin tragar se aserco a aqueya mujer que ya se subia la falda y se tocaba viendolo, y le dio un beso con sabor a Wisky, mientras se desabrochaba la faja y bajaba el zipper del pantalon, Mireya se quito la ropa interior y le arrebato la botella para darle un trago, Gregory con el pantalon y los calsones a las rodillas solo se subio ensima de ella y la penetro, aaahhh gimio ella, una y otra vez, el coloco su cabeza en el hombro derecho de Mireya y se dedico a hacer lo suyo los gemidos lo exitaban mas, el le lamio la oreja, la chupaba, la mordia y ella hiso lo mismo, aun tenia la botella en la mano y en pleno acto le dio otro y el resto lo derramo en la espalda de Gregory le empapo la camisa y su ropa, como si el wisky le hubiese dado mas fuerza, actuaba mas viloento y ella gemia aun mas y de un movimiento en seco le dio vuelta quedando Mireya ensima de el, se quito la blusa, no llevava sosten y la exprimio encima de ella, el se incorporo para lamer sus senos llenos de alcohol, wisky, y ahora era ella la que actuaba con violencia ensima de el, hasta que se acabaron los gemidos y el movimiento...

Mireya se recosto de lado con la piernas aun esima de Gregory, se quedaron un silencio un momento y cuando el estubo dispuesto a hablar, llamaron a la puerta...

...